miércoles, marzo 31, 2010

A tiro limpio, Boris Vian

Trad. Juan Manuel Salmerón. Tusquets, Barcelona, 2009. 120 pp. 11,54 €

Miguel Baquero

Trouble dans les andainsTemblor en los Andes— fue la primera novela editada por el escritor francés Boris Vian. Traducida al español como A tiro limpio, la novela estaba prácticamente desaparecida del mercado de nuestro país, hasta que, recientemente, y con motivo del cincuenta aniversario de la muerte, en plena juventud, de su autor, la novela ha sido reeditada por Editorial Tusquets, dentro de su colección “Andanzas”.
Es fama que Boris Vian, uno de los mejores exponentes de la bohemia parisina de los años 50, toda una institución en las caves de jazz, que comenzó a frecuentar con menos de veinte años, pese a que —o precisamente por que— la música negra estaba prohibida por el régimen de Vichy, músico él mismo, además de inventor, locutor y escenógrafo, decidió lanzarse a la escritura porque no encontraba, en el panorama literario, aquellas novelas que a él le gustaría leer. ¿Y cómo eran esas novelas? En A tiro limpio, su primera obra, y quizás su grito de libertad más pletórico, puede hallarse la respuesta.
A tiro limpio es, a falta de mejor expresión una completa locura. Para quien ya conozca u haya leído algo del autor, le sorprenderá en que en su primera obra ya se mostrara tan desinhibido, tan demencial, tan ajeno a cualquier regla, que ya desde la primera hora dejase la marca de su estilo. Para quien no haya topado nunca con Vian, le aguarda una aventura disparatada, sin lógica alguna, sin concesión a las reglas, y con un humorismo radiante. Una completa aventura.
Escrita en 1943, en plena Guerra Mundial, la novela, pese a su vitalismo —o precisamente por eso— no tuvo recorrido, así como tampoco las que vinieron posteriormente Habría que esperar hasta 1946 para que una novela de Vian tuviera éxito. Ocurrió con Escupiré sobre vuestra tumba, que escribió en apenas quince días para un amigo editor que pasaba por apuros, y curiosamente no la firmó con su propio nombre, sino como Vernon Sullivan, para darle cierta pátina “estadounidense” y creíble a su obra. Con igual seudónimo escribió otras novelas posteriores de creciente éxito, hasta que, acusadas las novelas de pornógrafas, se siguió un juicio durante el cual salió a relucir la verdad: que Sullivan no existía, y que el verdadero autor se llamaba Boris Vian.
A partir de ese momento, sobre Vian se cernieron las críticas y el desprecio del mundo editorial, que le hizo el vacío. Fue precisamente en la proyección de la película inspirada en Escupiré sobre vuestras tumbas (de cuyo proyecto fue apartado) cuando, de incógnito entre los espectadores, falleció de un ataque cardiaco.
La recuperación para el lector en castellano de A tiro limpio, supone un verdadero acontecimiento con motivo del cincuentenario de la muerte del autor. Para quien no conozca lo vertiginoso y excéntrico de su estilo, es una magnífica oportunidad para acercarse a él; para los admiradores del escritor, supone salvar un importante hueco en el conocimiento de su obra.

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